¿CÓMO INICIAR LA RUTA AL MONT BLANC DU TACUL?

Para empezar, tienes que subirte al icónico funicular de l'Aiguille du Midi. En solo 20 minutos, este teleférico te llevará a una altitud de 3,842 metros, dejándote sin aliento antes de que empiece la verdadera aventura. El funicular sale del centro de Chamonix, así que asegúrate de madrugar un poco para esquivar las multitudes. Puedes comprar tus billetes en su página web, y aunque es el funicular más caro de la zona, reservar con antelación siempre ayuda a ahorrar algo.

Una vez llegues a la estación superior de l'Aiguille, sigue hacia el túnel que lleva a la salida exclusiva para alpinistas. Aquí es común ver a otros aventureros preparándose para sus propias expediciones, así que no te preocupes si ves mucha acción.

En cuanto al aparcamiento, aunque hay uno de pago cerca, nosotros preferimos dejar la furgo en un área alternativa a las afueras de Chamonix. Es una carretera junto al río que, aunque no es la más lujosa, es bastante cómoda y ideal para pasar la noche antes de la gran subida.

AHORA SI, LA RUTA AL MONT BLANC DU TACUL

La ruta al Mont Blanc du Tacul es bastante accesible y no presenta grandes dificultades técnicas. Comenzarás saliendo del túnel y descendiendo por la famosa arista hasta el Plateau. La dificultad de este tramo puede variar según la cantidad de nieve; si hay poca, el recorrido puede volverse más complicado. Nosotros encontramos un camino de nieve en buen estado, lo que hizo el descenso bastante sencillo. Aunque es un tramo algo aéreo, las vistas lo compensan con creces.

Al llegar al Plateau de la Vallée Blanche, cruza el glaciar dejando a tu derecha el refugio des Cosmiques. Desde aquí, tu objetivo se alza majestuosamente frente a ti.

La ruta de subida puede cambiar de un año a otro, pero normalmente seguirás las huellas de los alpinistas anteriores. Nosotros ascendimos hasta el collado del Mont Maudit y luego nos aproximamos a la arista final por una loma bastante cómoda. La última arista puede variar en dificultad dependiendo de la nieve, pero para nosotros no presentó pasos técnicos importantes. Tuvimos que escalar algunas rocas expuestas con precaución, y las ascendimos por la parte central para evitar las zonas más complicadas.

Finalmente, llegarás a la cima, una plataforma impresionante formada por dos puntas conectadas por un collado aéreo. Desde aquí, las vistas son alucinantes, abarcando todos los Alpes y, por supuesto, el Mont Blanc.

La ruta no es excesivamente larga, con 11 km y un desnivel de 1,011 m, incluyendo el regreso a l'Aiguille. Tardamos unas 6 horas en completarla. La mayor dificultad radica en evitar los seracs y las grietas, y siempre debes estar alerta ante los peligros inherentes. Además, hay un paso lateral largo y expuesto; aunque el camino estaba bien formado cuando fuimos, la climatología puede complicarlo.

La parte más dura de la ruta es el regreso. Después de la larga bajada al Plateau, tendrás que subir de nuevo a l'Aiguille. Tras todo el cansancio y la tensión del día, esta subida puede ser especialmente dura.

Durante la ruta, tendrás la oportunidad de familiarizarte con el equipo y disfrutar de los paisajes. Personalmente, encontramos esta ruta más disfrutable que la ascensión al Mont Blanc, ya que no había tanta presión y nervios.

Como dato curioso, puedes pasar la noche en el Plateau de la Vallée Blanche con tienda de campaña, lo que te permitirá disfrutar de una experiencia mágica bajo las estrellas.

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