CÓMO LLEGAR AL INICIO

Situados en la Vall de Boí, en la comarca de Alta Ribagorza, encontramos este recorrido que se inicia en la Presa de Cavallers. Para llegar lo haremos a través de la carretera l-500 hasta su punto final, justo donde también se encuentra el famoso Balneario de aguas termales de Boí.

Justo en este punto, pasando por la barrera, cogemos el camino que nos sube a la presa. Al inicio encontraremos una caseta donde nos informarán hasta dónde podemos llegar. En nuestro caso, como fuimos en diciembre, que es temporada baja, pudimos aparcar en el parking superior, pero ojo porque es muy pequeño, por lo que si llegamos tarde o en época de gran afluencia deberemos aparcar más abajo, aumentando entonces la "subida" de nuestra ruta.

LA RUTA

Una vez aparcado el coche cogeremos el sendero que sube a la presa de Cavallers. La presa construida sobre el lago de cavallers en los años 60 supone una imponente construcción situada completamente encajada entre las montañas de granito

Situados en la parte alta de la presa, cogeremos el sendero que sale por la derecha y bordea todo el embalse. Este tramo es prácticamente llano, pero bastante pedregoso y hay que tener en cuenta que en invierno puede encontrarse bastante helado.

Al llegar al final del embalse deberemos seguir los postes amarillos y empezaremos a subir hacia el planell de Riumalo. Se trata de una extensa llanura donde se encuentran las aguas que provienen del Estany Negre y del Barranco de les LLastres formando numerosos meandros. es precisamente en este lugar donde residen las marmotas, los animalitos que dan nombre a esta ruta.

Encontraremos puentes y pasarelas de madera que nos ayudarán a atravesar esta zona encharcada y nos llevarán hasta la Cascada de Riumalo, un espectacular salto de agua de 20 m de altura.

Seguiremos ascendiendo por el sendero siempre marcado por marcas amarillas. Este trozo es el que tiene más pendiente y es conocido como Llastres de la Morta. Recibe su nombre de una leyenda que cuenta que una mujer que se dirigía a Francia por este camino se vió sorprendida por una repentina nevada que provocó que muriera congelada y sepultada en la nieve. Fue encontrada por unos pastores meses más tarde con la llegada del deshielo.

Finalmente, llegamos al Estany Negre. Este es un lago de unos 35 m de profundidad, de origen glaciar y de aguas oscuras, con una superficie de aproximadamente 9 hectáreas. Desde aquí se pueden iniciar muchas otras rutas o simplemente contemplar el Macizo de los Besiberris.

Como tramo final, podemos llegar hasta el refugio de Ventosa i Clavell, ya que cuenta con unas vistas privilegiadas al lago.